En su última aparición pública Katy Perry lució con algunos kilos de más. A raíz de ello, muchos medios empezaron a especular con un posible embarazo de la cantante pop. Nada más alejado de la realidad, su aumento de tallas responde a una de sus más grandes debilidades: la comida chatarra.
“Me gustan las hamburguess y los tacos y si quieren hacer de eso un embarazo, es problema de ustedes”, comentó Perry en declaraciones difundidas por Europa Press.
Como se sabe, la cantante es una fanática de la comida chatarra y en muchas oportunidades se le ha visto en restaurantes comiendo papas fritas, hamburguesas, etc. “Trato de no comer seguido estas cosas, pero a veces no puedo evitarlo”, dijo.
Asimismo, negó que por ahora esté pensando en tener un hijo. “Todavía me encanta beber alcohol, así que niños todavía no”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario